Hay una invasión sin precedentes del lobby de los combustibles fósiles en Bruselas. [1] Trabaja noche y día para impedir cualquier acuerdo político que sustituya el gas y el carbón por energías renovables.
Y, por si fuera poco, esta industria contaminante se está embolsando unos beneficios indecentes mientras muchas familias tienen que elegir entre calentar la casa o poner un plato de comida en la mesa. [2]
La buena noticia es que no está escrito en ningún sitio que deban tener acceso a nuestros cargos políticos. Al lobby petrolero de Rusia se le han revocado estos privilegios de acceso [3] y podemos hacer lo mismo con la industria de los combustibles fósiles que tanto daño hace a la ciudadanía y al planeta.
Pero no hay tiempo que perder. Estas megacorporaciones quieren detener los planes destinados a ayudar a la gente corriente a sobrevivir este invierno, como poner un tope a las facturas de la luz y el gas o subir los impuestos a los beneficios extraordinarios. [4] Necesitamos que la clase política europea rompa YA sus vínculos con los sucios combustibles fósiles.
En las últimas décadas, estos poderosos grupos de presión han invertido millones en impedir que Europa hiciera una transición del gas a las energías renovables. La industria de los combustibles fósiles emplea las mismas tácticas que las tabacaleras: patrocinar eventos políticos de ecopostureo y presentar investigaciones de dudosa credibilidad que subestiman los peligros del cambio climático. [5]
Ahora están presionando para que no baje la factura del gas y quienes pagan las consecuencias son las familias europeas. Tenemos que exigir responsabilidades a las empresas petroleras y gasistas e impedir que se codeen con la clase política.
Pide a nuestros cargos políticos que corten lazos con el lobby de los combustibles fósiles, empezando por la retirada inmediata de las tarjetas de acceso a sus representantes.