Nadie quiere comprar alimentos que se han producido a costa de la destrucción de bosques. Y sin embargo, mucho de lo que comemos (desde la carne a las galletas) es el resultado de aniquilar los parajes forestales más espléndidos1.
No tiene por qué ser así: ahora tenemos una ocasión sin precedentes para cambiar las cosas. Dentro de unos días, la Unión Europea empezará las negociaciones sobre una nueva ley que prohibiría la venta de todos los productos que se elaboran en zonas deforestadas2.
Europa es el segundo mercado más importante del mundo; si nos salimos con la nuestra, sería un gran mazazo a las empresas que arrasan con miles de árboles para que sus alimentos lleguen a los supermercados3.
Pero los grupos de presión de la industria de la carne y el aceite de palma, entre otras, no se han quedado de brazos cruzados. Ya han empezado a usar su influencia para que la UE apruebe una ley más benévola con resquicios legales por los que quepan sus productos: así no tendrán que dejar de talar bosques a diestro y siniestro4.
Con la fuerza de personas como tú y la de las 170 organizaciones afines con las que colaboramos, podríamos tener una repercusión tremenda. Una petición que han firmado cientos de miles de habitantes de toda Europa no es algo que pueda dejarse de lado, y servirá para que la UE vea claramente lo que quiere la ciudadanía.
Es hora de demostrar que la gente puede ganarle el pulso al lobby del sector alimentario. ¿Te animas a firmar la petición?